RELACIONES TROFICAS
Cadenas tróficas de la tundra:
Las mayores plantas de la tundra son casi todas leñosas; forman ralas agrupaciones de abedules y sauces, que en la madurez apenas llegan a la altura de las rodillas. También abundan los miembros de la familia de los brezos: la mayoría dan frutos en bayas y son parte importante de la dieta de muchos animales de la tundra; incluso el oso polar se atiborra de bayas de arándano de los pantanos, durante el otoño. Con las plantas leñosas crecen plantas herbáceas, que a menudo sobrepasan en altura a las primeras y que en verano proporcionan una breve explosión de color, para morir al aproximarse el invierno.
La fauna de la tundra es de una sorprendente riqueza para un medio que parece tan inhóspito. Entre los animales mayores está el buey almizclero y, en verano, el reno (Caribú en Norteamérica). Los predadores son menores: lobos, zorros árticos y glotones, que se alimentan sobre todo en ssliks, topillos y lemmings. Estos mamíferos se hallan adaptados al frío, mediante su pelaje espeso y cálido y una capa de graso bajo la piel. El peligro de congelación de las extremidades queda reducido por su forma compacta y sus hocicos, orejas, y colas cortas.